Cómo Preparar tus Archivos de Diseño Correctamente antes de Imprimir

Ya tenemos nuestro trabajo diseñado. En la pantalla luce muy bien, pero ¿saldrá de la imprenta cómo yo lo he imaginado en mi cabeza o cómo lo necesita y exige el cliente?

Cuando trabajamos con medios impresos debemos tener mucha precaución al momento de enviar nuestros archivos a la imprenta, sabemos que cualquier error que cometamos, se verá reflejado en la impresión y muy probablemente el cliente no quedará satisfecho y tendremos que volver imprimir nuestro trabajo, sacando de nuestro bolsillo para pagar la impresión, causando perdidas para nosotros.

Una vez finalizado el diseño gráfico, debemos tener en cuenta ciertas consideraciones muy importantes para que el "arte final", una vez impreso, luzca en su mayor esplendor y tal cual lo imaginamos.

Es importante que tengamos claro a qué nos referimos exactamente cuando hablamos del arte final. El arte final en el campo del diseño y desde sus inicios, hace referencia a un proceso metódico de revisión y preparación de nuestro trabajo para enviarlo de una forma correcta y efectiva, para que de este modo no incidamos en errores propios de una imprenta. Aunque nuestro sector ha cambiado vertiginosamente con el paso de los años, lo cierto es que esta fase de preparación estuvo presente desde el nacimiento del diseño gráfico como disciplina.

Antes de la revolución tecnológica y la aparición de las computadoras como herramienta principal, un arte final hacia referencia al proceso de preparación para el paso de un proyecto a fotolitos. Hoy día esto ha evolucionado hasta formar el denominado sistema de impresión “a la plancha“, con formatos como PDF de Acrobat y que consiste en archivos ya perfectamente preparados y que se envían de forma digital hasta la correspondiente imprenta para que esta reproduzca en soporte papel el proyecto en cuestión con la menor cantidad de alteraciones. Con esta tremenda evolución el proceso de artefinalización en diseño gráfico se ha convertido en una fase mucho más ágil y rápida.

Esto no quiere decir que sea prescindible, porque no lo es, ni de lejos. Al contrario esta fase es quizá una de las más importantes y decisivas porque según esta podemos salvar nuestro trabajo para hacerlo brillar o bien empañar nuestra composición y horas de trabajo. Debemos tener en cuenta que cada proyecto y composición son diferentes y cuentan con necesidades y rasgos específicos (no es lo mismo imprimir un poster o flyer que unas tarjetas de visita). Sin embargo, existen una serie de puntos que deberemos tener en cuenta siempre y que son necesarios sea cual sea el proyecto al que nos estamos enfrentando. En concreto son cinco y a continuación los compartimos con ustedes, esperando siempre sean de ayuda: 

Colores de impresión

Dependiendo de cuál sea el trabajo o proyecto que estemos desarrollando nos convendrá utilizar un modo de color u otro. Generalmente existirán dos posibles variables: Las tintas planas o la cuatricromía CMYK. Pero ¿Qué diferencia hay entre ambas? 

La respuesta es muy sencilla. Imaginemos que dentro de nuestra composición priman el naranja pálido y el azul cielo. Si escogemos la opción cuatricromía estas tonalidades se van a extraer a partir de la mezcla de los colores raíz que integran el modo de color para impresión CMYK, es decir, Cian, Magenta, Amarilo y la clave Key (negro aunque no exactamente). En caso de que escojamos la opción de tintas planas en la impresora se insertarán botes de pintura con la correspondiente tonalidad. En este caso, tinta de color naranja pálido o azul cielo y que estarán dentro de algún catálogo cromático como el catálogo Pantone. Es importante que antes de enviar tu arte final a imprenta controles el tema de las sobreimpresiones de color. Ten en cuenta que los programas de ilustración tienen por defecto la opción de sobreimpresión activada por lo que es conveniente que la desactives si lo crees oportuno y hagas cualquier consulta con la imprenta de ser necesario.

 

Resolución de las imágenes

Uno de los errores más habituales y sobre todo entre los diseñadores noveles, es el de incluir en sus composiciones imágenes y documentos fuente en muy bajita resolución. Como consecuencia la calidad y la definición del documento deja muchísimo que desear y por lo tanto el trabajo se ve empañado por este error básico. Debemos tener en cuenta siempre que la resolución requerida para que la impresión de un documento sea buena, está en los 300 píxeles por pulgada, aunque puede ser menor si trabajamos en la impresión de proyectos con unas dimensiones grandes.

Por supuesto no podemos obviar el punto anterior y todos los elementos y documentos fuente que forman parte de nuestra composición deben estar en armonía con el modo de color que hemos seleccionado en nuestra composición para su impresión. Si nuestro proyecto está configurado con cuatricromía, deberás guardar todas las imágenes que lo integran en CMYK. Asegúrate también de que el formato de tus archivos esté soportado perfectamente por la imprenta, TIFF es una opción muy buena que te permitirá una alta calidad. Ten en cuenta las relaciones de aspecto y que las imágenes no estén deformadas desde ningún eje, giradas o mal ampliadas (para asegurar esto debemos no reducirlas más del 75% ni ampliarlas más del 130%).

 

Tipografías empleadas

Si tu proyecto está integrado por diversas fuentes tipográficas es recomendable que antes de enviar ningún archivo las revises todas y si es necesario las adjuntes para evitar que se pueda producir cualquier tipo de error. 

Revisa las fuentes tipográficas de tu diseño, asegúrate que no falta ninguna o dan algún tipo de error.

Para evitar disgustos se recomienda enviar las fuentes trazadas o incrustadas en el caso que envíes un documento PDF.

Para imprimir textos de color sobre fondos de color utiliza el reventado o trapping, de esa manera no aparecerá un filo blanco entre el texto y el fondo. Los textos en negro se sobreimprimen por defecto.

 

Formato final del documento

Hay gran diversidad de imprentas y no todas ellas se ajustarán a tus necesidades o las del cliente. El tema de los tamaños y los formatos es fundamental y es algo que deberás saber con exactitud mucho antes de hacer tu encargo y enviar tus archivos. Hay imprentas que te van a exigir que te amoldes a unas medidas concretas y no podrás salir de ahí, también habrá otras en las que te dejarán total libertad para imprimir con los tamaños y proporciones que desees.

En caso de que por circunstancias de tiempo o disponibilidad no puedas recurrir a este segundo tipo de imprentas, deberás trabajar y editar tu composición (aunque por supuesto intenta evitar esto) para acoplarte a los formatos que están a tu disposición. Lo mejor siempre es ponerte en contacto con el encargado y remitirle todas tus posibles dudas antes de tomar la decisión de contratar sus servicios.

Cuidado con el sangrado

La sangre o sangrado es un margen exterior que se deja en los trabajos que van impresos hasta los bordes para evitar que quede un margen blanco cuando se imprima el trabajo y no varíe el diseño en caso de que se corte con guillotina

No hay nada más antiestético que recibir nuestro trabajo impreso con filetes blancos o con otro tipo de errores de cortado. Sobre todo en las imprentas que te proporcionan libertad de formato, es muy probable que se produzcan este tipo de errores. Si no te preocupas de incluir la sangre y las correspondientes marcas de corte en los elementos gráficos que se impriman pegados a los bordes del documento, es casi seguro que encuentres algún tipo de defecto en el corte.

Si no incluimos estas marcas será muy fácil que la guillotina se desvíe uno o varios milímetros hacia fuera (dando origen a los dichosos filetes blancos) o por el contrario se desvíe unos milímetros hacia adentro comiéndose parte de tu trabajo. Generalmente el impresor incidirá contigo en este punto y te proporcione cuánta sangre es necesaria, cuál es el formato que deberás enviar (generalmente será en PDF + archivos nativos), pero como siempre y sobre todo si eres novel en este tipo de trámites y pedidos, haz todas las preguntas que te vayan surgiendo siempre antes de confirmar tu pedido.


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